EL NOMBRE DE JESUS 

 

EL NOMBRE 

   

 Dios usó varios títulos, tales como "Elohim," "Dios," "El Dios Todopoderoso," "El Shaddai," "Jehová," y especialmente "Jehová, el Señor" el nombre redentor en el Antiguo Testamento. "Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombre; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre eterno, Príncipe de Paz" (Isaías 9:6). Esta profecía de Isaías se cumplió cuando el Hijo de Dios fue nombrado, "Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESUS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados" (Mateo 1:21). "Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos" (Hechos 4:12). 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

EL COMIENZO DE LA IGLESIA

 BAJO UN NOMBRE

 

A fines del año 30 D. C., cincuenta días después de la resurrección de nuestro Señor Jesucristo, en el día de Pentecostés, mientras los discípulos estaban congregados en oración y alabando a Dios "...Y de repente vino del cielo un estruendo como de viento recio que soplaba, el cual lleno toda la casa donde estaban sentados, y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu le daba que hablasen"  (Hechos 2: 2-4)Las gentes al oír este fenómeno, se congregaron y estaban todos maravillados. Pedro en su explicación dijo: "...Esto es lo dicho por el profeta Joel ." Y continua diciendo: “...Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todo los que están lejos, para cuantos el Señor nuestro Dios llamaré."  (Hechos 2: 39) Aproximadamente treinta años mas tarde, Judas, mirando como muchos se apartaban de la fe les instaba a que: "...Que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos".  (Judas 3) A través de los siglos que continuaron, hubo solo unas pocas personas que recibieron esta maravillosa experiencia del derramamiento del Espíritu Santo. En realidad, fue un tiempo que no fue muy claro, sino oscuro. (Zacarías 14: 6) En varios intervalos a través de los siglos pasados, seguidores de la doctrina y fe Apostólica vinieron a ser prominentes a través de grandes avivamientos que surgieron en Gran Bretaña, Estados Unidos de América y Canadá.En los días de Tertuliano (207 D.C.), Cristosomo (IV siglo), los cristianos del siglo XIII, los Cuáqueros, Wesley, Whitefield e Irving, los dones y manifestaciones del Espíritu Santo operaron en la iglesia. La evidencia del avivamiento del Espíritu estaba barriendo todo el país.

Durante los últimos 21 días del siglo 19, un grupo de hermanos sinceros y hambrientos de corazón, ministros y creyentes, trabajadores del Colegio Bíblico Betel de Topeka, Kansas, convocaron un ayuno, orando con toda sinceridad por un gran derramamiento del Espíritu Santo, lo cual, para su sorpresa, descendió sobre ellos en la madrugada del día primero de Enero 1900.

Los congregados hablaron en otras lenguas según el Espíritu les daba que hablasen, tal como sucedió en el día de Pentecostés en el año 30 D.C. Un gran avivamiento inmediatamentecomenzó. Pronto alcanzó el estado de Texas y de allí hacia el Oeste, hasta llegar a Los Angeles CA. donde en 1906, fue centralizado en un viejo edificio de la calle Azusa.

Evangelistas y ministros de todas las regiones de estados Unidos y de Canadá, se congregaron en la ciudad de Los Angeles.  Misioneros regresaron de sus campos de labor para aprender acerca de esta nueva experiencia.   Muchos de los que vinieron muy pronto fueron llenos del Espíritu Santo.Desde aquí se extendió a través de toda la tierra, penetrando las tinieblas paganas de la India, Africa, China, y las Islas de los Mares, así cumpliendo con la gran comisión de Señor: "Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura." Con la venida del Espíritu Santo, la Palabra del Señor vino a ser un nuevo libro.  Verdades que habían sido escondidas por muchos años, vinieron a ser hechas claras.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

  

  LA REVELACIÓN

DEL NOMBRE DE JESÚS

 

En el año 1914, llegó la revelación del Nombre del Señor Jesús.  La base principal de la doctrina Apostólica es la absoluta verdad de la Deidad de Jesucristo y el bautismo en su Nombre.  Esto vino a ser el verdadero principio de la fe  que predicamos y que por muchos años estuvo escondida.   Dios maravillosamente confirmó el mensaje del evangelio, predicándose en su totalidad; y el poder escondido de nombre de Jesús comenzó a ser revelado.  Literalmente miles fueron bautizados en el Nombre del Señor Jesucristo, y multitudes recibieron el bautismo del Espíritu Santo, estando aún en las aguas bautismales.  Grandes números de personas fueron sanadas de enfermedades incurables.  Demonios fueron echados fuera como en los días de los Apóstoles.  En muchas ciudades a donde llegó este mensaje, el reporte del avivamiento de Samaria fue duplicado. "Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres." (Hch. 8:12) El número de todos los creyentes al mensaje completo de Pentecostés creció rápidamente y pronto fue necesario que en orden de alcanzar al mundo con este gran mensaje del evangelio: "De como Cristo murió por nuestros pecados de acuerdo a las escrituras, y fue sepultado, y resucitó al tercer día de acuerdo con las escrituras" (1 Co. 15:3-4).  Y que Dios: "Ahora manda a todos los hombres que se arrepienta" (Hch. 17:30).  "Y ser bautizados... en el nombre de Jesucristo para remisión de los pecados... y recibiréis el don del Espíritu Santo" (Hch. 2:38).  Fue entonces necesario tener una base propia de cooperación y compañerismo.